Luis Digiano
Alice Cooper brindó un concierto al frente de su banda que tuvo todos los condimentos teatrales más allá de la buena música cultora de rock pesado, ante un estadio Malvinas Argentinas cubierto en un 70 por ciento, alrededor de 3.000 personas.
Durante poco más de una hor ...a y media de show, Cooper desarrolló un compacto set de clásicos de su extenso repertorio bien matizado con cada una de las puestas en escena que el músico y su troupe preparó, marcando el entusiasmo en sus seguidores.
Temas del estilo de "Black widow", "Brutal planet", "Billion dollar", "Nice guy", "Hey stoopid", "Muscle of love", "Only women bleed" y "Cold ethyl", fueron los que marcaron los diferentes climas del concierto.
Oriundo de la ciudad norteamericana de Detroit, Vincent Damon Furnier (Alice Cooper), desplegó durante su recital los condimentos habituales de teatro mezlcado con rock horror show del mejor calibre y no faltaron su serpiente, la guillotina, la muñeca castigada, su espada y su vestimenta de araña, junto a una muleta, bastón y hasta la "muerte" de un paparazzi (atravesado por una lanza) sobre el escenario.
Estos personajes y elementos de utilería fueron personificando cada una de las composiciones bien rockeras, pesadas, lindando en la frontera del heavy metal, y con una calidad vocal que lo hace permanecer vigente a través de los tiempos.
Pero, ante la sorpresa de todos y en el instante que cantó el "himno" "Frankestein", apareció sobre el escenario un monstruo gigante de casi 6 metros de altura que persiguió al artista y a sus músicos, cautivando a sus seguidores que no salían del asombro.
En el final del concierto donde casi no tuvo diálogo con el público, salvo los tradicionales "gracias Argentina, gracias Buenos Aires", la música continuó con "Clones", "Poison", "Wicked young man" y "Killer/Dead".
Para el final quedó el pedido "Elected", donde Cooper apareció con la camiseta de la selección argentina, galera y enarbolando la bandera de nuestro país, cerrando su actuación y recibiendo la ovación merecida para un parejo, efectivo y conmpleto show donde la música se dio la mano en forma mágica con el teatro.
Su compacta banda fue liderada por el reconocido guitarrista Damon Johnson, el baterista Jimmy De Grasso, el bajista Chuck Garric y otro violero, Kerri Kelli, todos bien ensamblados y cumpliendo cada uno con su rol de músico y actor en los momentos que se los requirió.
Alice Cooper volvió a visitar Argentina, mostrando su vigencia, y el porqué desde sus comienzos promediando la década del `70, sirvió de ejemplo para artistas de la talla de Rob Zombie, Marilyn Manson y hasta Slipknot, por citar algunos.
Como telonero tocó la emblemática banda de heavy nacional Logos bien liderada por su cantante Beto Zamarbide (ex V8) y el guitarrista Miguel Roldán, con un set corto de temas como "Marginado", "No te rindas"y "Esclavos de sus mentes", pero que igualamente recibieron la aprobación de un público ansioso que esperaba por el número principal: Alice Cooper. TelamVer más
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